Mi experiencia en la iglesia cristiana

Les quiero contar una historia de cuando era niña, crecí en una iglesia cristiana donde se practicaban y aún se practican ciertos parámetros, por así decirlo, basados en la biblia.

En esta iglesia viví cosas injustas y del todo incorrectas, entre ellas que el hijo del pastor a mi y muchas niñas menores de edad que hoy siguen siendo mis amigas, nos escribía para vernos a escondidas y besarnos y cosas así, y cuando nuestros padres o los de él se enteraban, nos castigaban a nosotras siendo menores de edad , nos ponían en “disciplina”, y no a él siendo mayor de edad. Como si las leyes no existieran, todo se centraba en lo que estos pastores o líderes de iglesia decidían.

Por otro lado crecí sintiéndome culpable por ser mujer porque en muchos aspectos te meten en la cabeza de que la mujer debe ser sumisa y hacer lo que su marido o los hombres quieren, y debe estar callada, y siempre sonreír y no quejarse, cosas muy parecidas a las del machismo, pero explicadas de una manera espiritual y romántica Jajajaja, y ni hablar de la culpa que te meten en la cabeza sobre ser virgen hasta el matrimonio, sobre cómo mantenerte pura y como hacen sentir a sus hijos esos padres al saber que ya tienen novia o novio como si mantenerte virgen te hiciera mejor que los demás, como si yo no hubiese visto fracasar matrimonios de dos vírgenes, como si eso fuese a garantizar una vida feliz llena de azúcar, flores y muchos colores.

Y así podría seguir enumerando una infinidad de cosas que todo el mundo sabe y no habla al respecto, como lo que hacen con el diezmo y las ofrendas (el dinero que da la gente durante las reuniones o misas), o de cómo a veces muchas personas ciegas en sus creencias se vuelven personas totalmente irracionales por cosas que ni siquiera saben si son reales y sin darse cuenta de a quien realmente beneficiará el dinero o esfuerzo que hacen.

En esta iglesia conservo amistades de gente maravillosa a quienes amo y quiero siempre tener cerca, pero como todo también recuerdo cosas bastante duras no sólo hacia mi, sino hacia otras personas que sucedieron en mi presencia y me mandaron a callar “por ser mujer”.

Ni hablar de mis deseos por ser cantante y como siempre todos me decían que para el único que yo debía cantar era para Dios, que para él me habían dado ese talento que no lo debía usar para nada más. O de cómo te hacían sentir mal por cómo te vestías o maquillabas, o cuando iban a la piscina y estabas en traje de baño y todo giraba en torno a no provocar a los hermanos. Como si no hubiesen razones suficientes en el mundo para tener miedo de los hombres, como si no murieran miles de mujeres a diario en el mundo por abusos y violencia, ahí también teníamos que cuidarnos y taparnos.

Hoy estoy muy feliz de poder decir que con el tiempo aunque tus padres te inculquen lo que sea, y te obliguen a ir a cosas que no quieres ir, al final del día todos podemos decidir en qué creer, en donde estar, que hacer con nuestro tiempo, con nuestro cuerpo dentro de lo racional y actuar siempre conforme a la ley, al respeto, a la igualdad, y no permitas que nadie te diga que calles cuando en realidad lo que quieres es gritar.

Comentarios

  1. Te apoyo. Las iglesia cristiana muchas veces te quieren reprimir cómo si tener una comunión con Dios es estar tapado en una caja q nadie te ve mira yo fui cristiano y me di cuenta de muchas cosas q dije yo quiero a Dios a mi manera por q ustedes son hipócrita se lo dije a un tío q es y que pastor y ese malparido me jodió mi niñez por ser tan mal corazón por ser hijo de una mujer fuera del matrimonio q sabes cuál es mi orgullo q este niño los supero a todos y llevo su apellido en grande por ser buen profesional

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